La desorganización económica genera deudas y conflictos familiares. Hay personas que constantemente se endeudan. Viven por encima de sus posibilidades. Piden préstamos que no pueden devolver, agotan el crédito de las tarjetas, se embarcan en negocios irrentables, su nómina habitualmente está embargada, etc.
Si es el caso de tu ex pareja te conviene otorgar testamento para proteger el patrimonio que tus hijos hereden de ti. En el caso de que fallezcas, si tus hijos son menores de edad, el otro progenitor será quien administre ese patrimonio.
En el testamento puedes excluir a tu ex pareja de esa administración. Puedes designar a una persona de tu confianza para que gestione los bienes que tus hijos hereden de ti hasta que sean mayores de edad o, incluso si lo consideras conveniente, hasta una edad superior. Es bastante común que el cese de la administración se fije cuando los hijos cumplan los 24 años. Esa edad suele coincidir con la finalización de los estudios superiores.
Además, en el testamento puedes evitar que tu ex pareja llegue a heredar tu patrimonio. Es un supuesto remoto pero la vida es incierta. Si tus hijos heredan de ti, fallecen sin descendencia y sin haber otorgado testamento, irremediablemente, el progenitor superviviente será quien herede de ellos. Quizás prefieras designar a otra persona para que herede esos bienes.
Y ya que vas al Notario, puedes aprovechar la visita para ordenar el futuro incierto. Puedes designar quién se encargará de ti en caso de que devengas incapaz (autotutela). También otorgar un poder que subsista en caso de incapacidad para que la persona que tu consideres oportuno pueda administrar tu dinero, gestionar tu patrimonio digital (correo electrónico, cuentas en redes sociales, etc.) y hacer todo tipo de gestiones en tu nombre cuando una enfermedad o accidente te impidan hacerlo personalmente o si no estás en plenas facultades, aunque no te encuentres en situación de que tu capacidad sea modificada. Asimismo, puedes otorgar el conocido como testamento vital, o voluntades anticipadas, en el que constarán las instrucciones médicas para el supuesto de que no pudieras tomar decisiones en ese momento sobre intervenciones, por estar en coma o en proceso de una enfermedad terminal. En este documento también puedes establecer si quieres o no donar tus órganos.
Más vale prevenir que curar.